Las novedades se suceden velozmente en nuestro país. El inminente tratamiento de la denominada ley Bases que, entre otras cosas, contiene el desfinanciamiento de los organismos de apoyo de la cultura y la ciencia y la tecnología, sumado a una nueva propuesta de una reforma laboral muy perjudicial para los trabajadores, como así también varias privatizaciones de empresas del estado, ha sido programada para el lunes 29 de abril.
Son numerosas las organizaciones que se están convocando a la tarde frente al Congreso de la Nación. En Mar del Plata la RAICYT, red de autoridades de institutos de investigación de ciencia y tecnología, está convocando a concentrarse el 29 de abril frente a la sede del CONICET Mar del Plata en 11 de septiembre 2626 a las 17 hs (frente a Alfonsina), por lo que invitamos a delegados y afiliados a acompañar esa concentración.
Por otra parte se ha resuelto que el 1 de mayo se realice un acto unitario de las tres Centrales Sindicales, CGT, CTA-T y CTA-A, a las 10 hs frente a la Catedral de Mar del Plata por lo que también invitamos a delegados y afiliados a acompañar esa concentración.
Por último y teniendo en cuenta la proximidad del PARO NACIONAL convocado por las tres centrales para el próximo 9 de mayo, y tal lo resuelto en la Asamblea de ADUM, convocamos a una nueva Asamblea de afiliados el próximo martes 7 de mayo a las 18 hs, en el ingreso de la Facultad de Derecho.
A continuación enviamos el documento del Frente de Asociaciones de Base – FAB sobre el 1 de mayo.
Pedro Sanllorenti
Sec. General ADUM
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UNIVERSIDAD DE TRABAJADORES, SALARIOS DIGNOS Y DEFENSA DE LOS DERECHOS LABORALES
COMUNICADO POR EL 1° DE MAYO
1° de mayo: Reivindicamos una universidad de trabajadores, reclamamos salarios dignos para la docencia universitaria y nos manifestamos en defensa de los derechos laborales.
Desde el Frente de Asociaciones de Bases (FAB) convocamos a movilizarnos el próximo 1 de mayo para conmemorar el Día internacional de las y los trabajadores. Como sindicatos de la docencia universitaria nos enorgullece reivindicar una universidad que se llene de trabajadores y trabajadoras, que sea un lugar de encuentro entre los hijos e hijas de profesionales y los de la clase obrera, para todas aquellas personas que, sin importar la edad, la clase o la nacionalidad, descubren en nuestras casas de estudio la posibilidad concreta de realizar un sueño.
La educación superior pública, gratuita y de calidad no es un privilegio, es un derecho, y eso es lo que más de un millón de personas en todo el país gritamos a viva voz el martes pasado. Un derecho individual, sin dudas, pero también el derecho colectivo del pueblo a contar con las y los profesionales para pensar y resolver los problemas argentinos, sin depender de los criterios crueles del mercado.
Como trabajadores/as docentes es imprescindible volver a decir que nuestro salario real ha disminuido cerca del 40% desde la asunción del gobierno de Milei. Y son los salarios docentes y no docentes los que constituyen el 90% del presupuesto universitario. No existe solución al conflicto que se expresó el martes en las calles de forma histórica y masiva si no se resuelve el problema salarial, y para ello las reuniones paritarias deben ser un espacio de negociación real y no un acto de anuncio de una resolución unilateral.
En este marco queremos reivindicar también nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, el primero de América Latina para la docencia universitaria. La importancia y el impacto que ha tenido para la docencia se puso de manifiesto en la celebración que realizamos en Tandil el 16 de abril pasado, a diez años de su firma.
Estamos viviendo como trabajadores y trabajadoras probablemente uno de los embates más feroces contra nuestros derechos. Lo hacen sin sonrojarse cuando proponen bajar impuestos a los ricos para aumentarnos a nosotros; cuando proponen restringir el derecho a huelga, quitar toda estabilidad al empleo público, y flexibilizar los contratos de trabajo.
Tenemos por delante el enorme desafío de que toda la fuerza de la marcha universitaria del martes pasado se transforme en una potente unidad para la defensa de los derechos del conjunto del pueblo trabajador frente a un nuevo tratamiento de la Ley Bases. Para ello será necesario seguir articulando entre las organizaciones sindicales para detener lo más pronto posible un proyecto de disolución nacional como el que encara el actual gobierno.
