02 / 12 / 2011 | Derechos humanos    

“El amor derrite cualquier miedo”, Las Mamás

Con el testimonio de Graciela Beatriz Daleo se dio comienzo a la audiencia del día de la fecha.

Inicia el relato describiendo el momento de su secuestro, ocurrido el 18 de octubre del año 1977 en la estación de subterráneos Acoyte, de la ciudad de Buenos Aires. La golpean, encapuchan y es trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, ESMA.

En cautiverio es torturada y picaneada entre otros por los represores Pernía y Acosta. Luego es trasladada al sector denominado Capucha, donde permanece engrillada, encapuchada y vendada.

Al tiempo es seleccionada para someterla a un “proceso de recuperación en valores occidentales y cristianos”, lo que le permitía acceder a la pieza de las embarazadas que se encontraba en el 3er piso del Casino de Suboficiales, ya que La Pecera, lugar de “trabajo” era contiguo a la sala.

Para navidad del 77 les llevaron la cena a la Pecera y prepararon regalos para las embarazadas, quienes le entregan una tarjeta que decía “el amor derrite cualquier miedo” y firmaban “las mamás”.

En ocasión que es llevada al baño, en noviembre del 77 ve a Susana Pegoraro que había sido secuestrada en la estación Constitución junto a su Padre. El estado de su embarazo era avanzado.

Recuerda a Liliana Pereyra, que en un pasillo la abrazó y le dijo “todos estos son unos asesinos”, supo que fue secuestrada en Mar del Plata y estuvo detenida en la Base Naval, de donde la trasladaron a la ESMA por encontrarse embarazada. Liliana tuvo a su hijo hacia fines de febrero, “vi al bebé, dormía tranquilamente”. Ella fue asesinada, sus restos aparecieron en Mar del Plata y su hijo fue ubicado por Abuelas.

En otro pasaje del relato hace mención que los guardias del lugar eran estudiantes de la escuela, por lo que eran menores de 16 años en adelante. Recuerda haber dado un abrazo a Gaspar Casado, quien se encuentra a la fecha desaparecido.

En febrero del 78 trasladan a las embarazadas a una pieza más grande, al decir de Chamorro “La Sardá por izquierda” en alusión a la clínica maternal, ahí ve a Dora Cristina Greco, secuestrada también en Mar del Plata, que dio a luz a María Isabel quien fue entregada a la familia.

Había entablado amistad con Patricia Marcusso, cuando le dan la libertad un guardia le permite despedirse de Patricia, “le regalé una pulsera, ella me dio un pañuelo bordado”.

El responsable de las embarazadas era el represor Héctor Febres, integrante de inteligencia de prefectura, envenenado con cianuro y asesinado por sus pares hace un par de años. Era quien obligaba a las madres a escribir una carta a sus familias con el nombre del recién nacido y circunstancias del parto. “Les llevaban ropa y moisés de buena calidad, lo que nos hacia intuir que no iban a ser entregados a sus familias, cosa que corroboramos. Había una lista de familias de la Marina que no podían tener hijos”.

Carlos Galián, alias Pedro Bolita, era convocado el día que se llevaban a las Compañeras y sus Bebés. El médico era José Luís Magnasco. Los traslados eran los miércoles, los detenidos eran llamados por número, se tenían que parar, formaban trencito, en el sótano les aplicaban inyección y así atontados eran subidos a camiones que se dirigían a la zona de despegue de los aviones para ser tirados al mar.

Nada absolutamente garantizaba la vida. Nosotros somos los dueños de la vida y la muerte, nos decían, decidiendo la muerte de miles y la vida de unos pocos, pero no pudieron con nosotros”.

Las parejas de todas las madres están desaparecidos.

Terstimonio de Raul Pizarro

Raúl Pizarro, medico, jefe del departamento de medicina de la Base Naval Mar del Plata, entre marzo del 78 y diciembre del 78.

Cuando se le pregunta por Marcusso, Pecoraro y Pereyra dice “no recuerdo, no había comentarios, vi detenidos pero no puedo decir que haya habido torturas”.

Supo que “había detenidos por casos de terrorismo”. No sabe a disposición de quién estaban los detenidos. Nunca vio embarazadas. No sabe si había calabozos. No recuerda quien era el jefe de Buzos Tácticos. Si recuerda por comentarios que en la Base Naval funcionaban grupos de tareas, que el médico Carrilaf era parte de esos grupos y que había gente de otras fuerzas en la Base.

Testimonio de de Ana María Martí

Secuestrada el 18 de marzo del año 1977 en el pueblo El Tropezón, en la provincia de Buenos Aires por hombres vestidos de civil. La llevan a la ESMA donde es torturada y es alojada en el 3er piso. “Veo cientos y cientos de personas”. Al igual que Daleo es incorporada al grupo de trabajo esclavo. Relata que en la ESMA se había formado una maternidad, donde eran alojadas chicas que eran trasladadas de diferentes centros clandestinos de detención, La Perla de Córdoba y Base Naval Mar del Plata por ejemplo. En la ESMA hubo 16 embarazadas y sólo una sobrevivió. Estaba todo organizado, dentro del horror eran bien tratadas, comían bien, las atendía un médico, el Dr. Magnasco. Febres era quien les pedía las cartas “pongan bien la dirección de la familia, no vaya a ser que lo lleven a otro lado”. “Yo estaba en el grupo de la pecera y me dejaban entrar a la pieza de las embarazadas, una vez nacidos mataban a la mamá”. Lo que le llamó la atención eran los lujosos moisés y ajuares, “eso nos hizo tener dudas”.

Vio a Susana Pecoraro en junio del 77. Hasta octubre no la ve más. En ese periodo había sido trasladada a la Base Naval Mar del Plata y le comenta que en Buzos Tácticos torturaban en forma terrible. A fines de noviembre tuvo una nena, apropiada por Vázquez.

Liliana Pereyra y Patricia Marcusso fueron trasladadas a la ESMA a fin del 77 y comentan que habían estado detenidas en la Base Naval Mar del Plata, Buzos Tácticos.

Recuerda también que vio en el lugar a María Cristina Grecco, que había sido secuestrada en Mar del Plata y a Alicia Alfonsín de Cabandié.

Primero se llevaban a la madre y después al bebé,” la última que tuvo fue Patricia, en abril. Patricia tenía terror de volver a Mar del Plata”.

Minicucci y Valdez eran integrantes del ejército que interrogaban en la ESMA.

Tanto Daleo como Martí habían realizado denuncia de todo lo que sucedía en la ESMA en el año 1979 ante la Asamblea Nacional de Francia.

La audiencia pasó a cuarto intermedio para el día jueves 1 de diciembre a las 10 hs.

“Terminé la secundaria con un apellido y comencé la universidad con otro”, Sebastián Rosenfeld

Con la sola presencia del imputado Pertusio comienza la audiencia. En primera instancia da su testimonio Maria Zulema Ferremi, madre de Patricia Marcuzzo. Recuerda que su hija fue secuestrada a fines de octubre del año 1977 del departamento que alquilaba en la zona de la terminal de Mar del Plata, mientras su yerno Walter Rosenfeld es secuestrado en la ciudad de La Plata.

Patricia estaba embarazada de 3 meses. Era militante de la organización Montoneros, estudiaba psicología y trabajaba en un laboratorio. Al tiempo del secuestro llegan a su domicilio de la calle Mármol 144 gente de la marina, vestidos de civil, que con prepotencia buscaban una carpeta que sabían estaba en el fondo de su vivienda, carpeta que ella vio escondida y con anterioridad la había prendido fuego.

El 23 de abril del 78 paró un coche en casa de al lado, cuando mi hija Sandra salió a sacar la basura le dicen que tienen noticias, le dieron el nene y le dijo que cuide mucho a Sebastián, el que lo trajo podría ser Gúliver de sobrenombre, le entregan un moisés, bolsa con ropa y varios litros de leche para consumo de bebés.

Les entregaron una carta escrita por Patricia donde le decía “querelo mucho, es buenito, anotalo a tu nombre, es el hijo que no tuviste”. Identificó la letra de su hija que además contaba con el detalle que en vez del punto de la i en su nombre tenía una mariposa.

Lo hizo revisar la médica de la familia la Dra. Rodríguez Aguilar. Por testimonios de sobrevivientes de la ESMA, supo que su hija estuvo detenida en Buzos Tácticos de la Base Naval de Mar del Plata, desde donde fue trasladada a la ESMA para dar a luz a su hijo Sebastián. Con la abuela paterna se contactan después de 5 años en una de las habituales reuniones que realizaban las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en la iglesia Santa Ana.

Testimonio de Sebastián Rosenfeld

Sebastian hombre de 33 años, hijo de Walter Rosenfeld y Patricia Marcuzzo, nacido en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada. Comienza aclarando que los relatos que va a realizar son por dichos ajenos. Supo que sus padres eran militantes Montoneros y por eso secuestrados en octubre del 77, se presume entre el 19 y 20.

Hace referencia a la difícil situación que vivió con respecto a su identidad, las complicaciones vividas para poder tener la documentación legal correspondiente, ya que fue anotado en primer lugar con el apellido de la madre y luego con el del padre también, como anecdótico recuerda “terminé la secundaria con un apellido y comencé la universidad con otro”, hace entrega al tribunal de abundantes pruebas al respecto.

Por testimonios de María Laura Bretán supo que su padre estuvo detenido en el centro clandestino de detención La Cacha, donde fue brutalmente maltratado por su condición de judío, “la pasó muy mal”. Por Graciela Daleo sabe que su madre “estuvo detenida en la Base Naval Mar del Plata estando embarazada de 3 meses, luego la pasan a la ESMA donde yo nací y me entregan a mí en la casa de mi abuela materna”.

Testimonio de Alcira Ríos

Alcira Ríos, abogada de 70 años que fuera secuestrada el 27 de julio del año 1978 junto a su esposo, en su domicilio los reducen y los trasladan a centro clandestino de detención que ubican en la ciudad de San Nicolás. En el lugar son interrogados y torturados hasta que al cabo de unos días son trasladados a centro clandestino de detención La Cacha, ex planta transmisora de Radio Provincia. Describe el lugar.

Se presenta alguien que le dice “yo soy el jefe, yo los cuido a todos, vengo todas las noches si hay algún inconveniente me informan”. Al rato una prisionera le dice “soy Rita, sacate la capucha, yo hace 10 meses estoy acá”. Luego supe que Rita era Laura Estela Carlotto. Al día siguiente escucho gritos de chicas que decían “son unos animales, mirá lo que le hicieron a este muchacho”, era mi marido.

Todos los que servían comida eran prisioneros más viejos, estaban “los del traslado de Mar del Plata”.

Pude ver a La Gringa que era Ana María García y a Angelita. Alejandra Baldasare, era de Mar del Plata.

Laura refirió que tuvo un hijo en julio y que se lo habían entregado a la madre.

Angelita postula que: “esto es el Sheraton al lado de la Base Naval de Mar del Plata”.

Pudo ver a Walter Rosenfeld, era de Mar del Plata también. Walter estaba piel y huesos, Raúl Bonafini y Carlos Lahitte fueron quienes lo ayudaron, lo bañaban, le daban de comer, lo hacían caminar, así empezó a mejorar.

A Raúl le decían Bigote. Una chica, que le decían Chispi, hablaba con su esposo, era de Entre Ríos y su nombre era Lucía Perrier hija del reconocido locutor que había denunciado a su propia hija ante las autoridades militares. Lucía y su esposo Néstor Furrer fueron detenidos en Necochea, de donde fueron trasladados a la Base Naval y luego a La Cacha. Comentaba, “La base era terrible, como nos engrillaban, no podíamos hacer nada, nos enceguecían con focos, cuando nos bañábamos nos manoseaban, nos miraban y se nos reían”.

El 17 de agosto del 78 trasladaron a todos los de Mar del Plata, decían que los iban a llevar a la ESMA por un tiempo. Al marido y a ella los llevan el 1ero de septiembre a Tablada y en noviembre son blanqueados y trasladados a la cárcel de Devoto.

El arma que secuestraba era el que definía que hacían con los detenidos, los que estaban destabicados eran los que después fueron asesinados, no les importaba que los vieran, sabían que estaban muertos”.

Rita salió de La Cacha una semana después que los de Mar del Plata junto a Lahitte, esa misma noche los mataron, a ella le reconocieron el corpiño que Alcira le había regalado.

La Gringa estaba muy bien físicamente, era obrera en La Plata, militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores Ejercito Revolucionario del Pueblo, en el área Logística.

Lucia Perrier y su marido eran del Partido Comunista Marxista Leninista, cuando fueron secuestrados sus hijos quedaron abandonados en la plaza de Necochea, por lo que fueron tapa de diario, lo que posibilitó que sus abuelos pudieran viajar a recuperarlos.

Recuerda a Silvia Siscard, le decían Anita, pudo conversar con ella, era del PCML, supo Alcira que el responsable del PCML, de apellido González fue quien entrego a toda la organización.

Presenta documentación de expedientes de causa Plan Sistemático, donde se mencionan los casos de Susana Pegoraro y Cecilia Viñas, recordando los llamados telefónicos realizados por Cecilia a casa de la familia pidiendo dinero para el rescate, “porque los iban a trasladar”, poniendo énfasis en que siempre hablada en plural y en determinado momento dijo no busquen más dinero, ya que otra familia lo había conseguido. Estos llamados fueron en enero del 84, ya en democracia, y se presume desde la Base Naval Mar del Plata.

La audiencia continuara el miércoles 14 de diciembre a las 10,30 hs.