Repudiamos el intento de derrocamiento del presidente Rafael Correa y los
asesinatos, ocho personas muertas y mas de 200 heridos, ocurridos en el
clamor de la movilización popular que impidió un nuevo golpe de estado, en
esta oportunidad Ecuador, un país hermano latinoamericano.
Celebramos la gran rebelión del pueblo de Ecuador, y esto nos estimula
porque ahora hay una reacción rápida para recuperar la democracia allí
donde se la quiere quebrar, a diferencia de la década del 70 y 80 donde se
profundizaron gobiernos militares para disciplinar e imponer planes
económicos ultraconservadores, ahogando en la dependencia y la pobreza a
los países de la región. Del mismo modo saludamos la pronta respuesta de
los presidentes del UNASUR y la posterior presencia de los cancilleres
en Quito, involucrándose de manera directa y decisiva en la resolución del
conflicto que todavía contiene aristas de incertidumbre, y que pese al
retorno del país a la normalidad muchos interrogantes de la conspiración
permanecen aún sin respuesta. La prórroga del Estado de Excepción
decretado el 30 de septiembre demuestra que la crisis no está derrotada,
pues los que agredieron violentamente al Presidente Rafael Correa y al
pueblo que acudió a liberarlo al hospital donde lo mantenían secuestrado,
aún están libres.
Desde el año 2000 al 2010 ocurrieron cuatro intentos de golpe en América,
Venezuela en el 2002, Bolivia en el 2008, Honduras en el 2009 y ahora en
Ecuador, salvo Honduras donde hay un presidente producto del golpe de
estado, en los otros tres casos la lucha del pueblo impidió la
consolidación de posibles dictaduras. Sin duda Bolivia Ecuador y
Venezuela son los mas peligrosos y molestos: se cerraron las bases
norteamericanas que operaban desde años atrás, sus oficiales ya no
entrenan en la célebre Escuela de las Américas. Por el contrario en
Colombia y Perú se multiplica el asentamiento de las bases con una clara
intención de militarizar la región para apropiarse de los recursos
naturales. Venezuela, Bolivia y Ecuador son los países donde mas
transformaciones sociales se lograron desterrando las leyes del libre
mercado. Esto muestra la preocupación de EE.UU. ante la posibilidad que en
el resto de los países, Brasil, Uruguay, Argentina, se profundicen estas
transformaciones sociales que ya están en marcha con distintos rasgos,
experiencias y tiempos
Por lo tanto no fueron intentos aislados, mas allá de las particularidades
internas, hay un plan que revela la complicidad silenciosa de Estados
Unidos que aparentemente por ahora, sólo intenta medir la respuesta de las
sociedades a posibles golpes de estado. Estados Unidos está ubicando
nuevamente el foco en su patio trasero. Ahora parte de su ejercito son
los medios hegemónicos de comunicación, que en Argentina desinforman,
deforman la realidad y en los países víctimas alientan el derrocamiento de
gobiernos democráticos. Algunos medios de prensa nacionales y de otros
países cuestionaron el intento de magnicidio pese a los impactos de
proyectiles de gran calibre en el auto donde fue rescatado Correa, y mas
aún, se habló de un auto golpe.
Finalmente, estemos atentos, esta asonada fue sofocada, pero mientras
existan intereses económicos y políticos que persistan en recuperar el
terreno perdido por las conquistas populares de los países de la región,
la amenaza está latente. Argentina no está exenta, y preocupa la actitud
de los medios de comunicación cómplices de algunos partidos políticos y
sus líderes, que dedicados a intereses mezquinos, electorales,
individuales o grupales, analizan con liviandad y mirando hacia el costado
esta realidad latinoamericana en la cual estamos inmersos.
Miguel Ivorra
ADUM