01 / 03 / 2018 | Noticias culturales    

Entrada para afiliados $ 80.- (presentando el recibo de sueldo en la boletería)

Domingo 4, 16.30  y  19.15 hs.

THE SQUARE (Suecia-Dinamarca-Alemania- Francia, 2017) / Guion y dirección:Ruben Östlund, Fotografía: Fredrik Wenzel. Edición: Jacob Secher Schulsinger y Ruben Östlund. Elenco: Claes Bang, Elisabeth Moss, Dominic West, Terry Notary y Christopher Læssø. Duración: 142 minutos Calificación: Apta para mayores de 16 años. NOMINADA PARA EL OSCAR 2018 Y EL GLOBO DE ORO A LA MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA. FESTIVAL DE CANNES 2018: PALMA DE ORO A LA MEJOR DIRECCIÓN

 

   La decisión de otorgarle la Palma de Oro a The Square en la última edición del Festival de Cannes provocó una enorme polémica. Cineasta adicto a la provocación -muchos ya se habían indignado con Play (2011), la historia de un grupo de niños negros pobres que robaban a otros de su misma edad, pero blancos y de clase media-, el sueco Ruben Östlund había logrado un punto de equilibrio con Force Majeure: la traición del instinto, un film sobre el matrimonio como cataclismo.

   Esta vez, el blanco de sus dardos envenenados es el mundo del arte contemporáneo, sintetizado en la figura del particular director de un museo sueco que no tiene presupuesto para estar a la altura de sus competidores internacionales. Torpe para entablar relaciones, egomaníaco, más de una vez indolente y ciertamente paranoico, Cristian (el personaje interpretado con mucha eficacia por el danés Claes Bang) se ve envuelto en una serie de episodios problemáticos que Östlund narra con humor y un evidente cinismo: desde el montaje de una obra de aspiración altruista de una artista argentina que empieza con la desprejuiciada destrucción de la estatua de un monarca hasta la virulenta aparición en escena de un apremiante hombre-mono que produce una verdadera debacle en una cena de burgueses aterrados, pasando por una insólita trama persecutoria contra un niño, desatada para recuperar un teléfono celular que le roban al protagonista en un confuso incidente callejero.

   No hay tópico al que el director se acerque sin mordacidad: la sexualidad (es tan tensa como hilarante la escena que protagoniza con el personaje de Elizabeth Moss en torno al destino de un preservativo usado), las relaciones familiares, la hipocresía de las clases acomodadas… En una entrevista reciente, Östlund explicó que uno de los modelos para su película fue Cuento de Navidad, una novela de Charles Dickens también cargada de críticos simbolismos relacionados con la sociedad de su época. Publicado en 1843, el relato de Dickens cuenta la historia de un hombre avaro y egoísta que que transforma tras ser visitado por una serie de fantasmas en Nochebuena. La novela consiguió un inmediato éxito y el aplauso de la crítica. En la línea de colegas como Michael Haneke y Lars von Trier, pero con aún menos sutilezas, el realizador sueco enfoca la mala conciencia de sus personajes para erigirse en un nuevo misántropo del cine. Alejandro Lingenti (extractos), La Nación, 16 de noviembre 2017.

 

 

Domingo 11, 16.30 y 19.15 hs.

12O PULSACIONES POR MINUTO (120 battements par minute, Francia/2017), Dirección: Robin Campillo. Guión: Robin Campillo y Philippe Mangeot. Fotografía: Jeanne Lapoirie. Edición: Robin Campillo, Stephanie Leger y Anita Roth. Música: Arnaud Rebotin. Elenco: Nahuel Pérez Biscayart, Adèle Haenel, Yves Heck, Arnaud Valois. Duración: 143 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años.  FESTIVAL DE CANNES 1017: PREMIOS: FIPRESCI A ROBIN CAMPILLO, GRAN PREMIO DEL JURADO A LA MEJOR DIRECCIÓN, PALMA QUEER A LA MEJOR DIRECCIÓN.

   Las cosas no eran fáciles para los infectados con VIH en los años 90. Se sabía mucho menos que hoy de la patología y los prejuicios eran moneda corriente también en países del Primer Mundo como Francia, donde está ambientada esta gran película de Robin Campillo que pone el foco en la intensa actividad de Act Up, colectivo militante del que el director formó parte. Dedicado a llamar la atención sobre la negligencia del gobierno de François Miterrand y la impiadosa industria farmacéutica ante la epidemia, Act Up hizo mucho por los derechos de los afectados en ese país. Y 120 pulsaciones por minuto narra esa cruzada con contundencia y un notable aliento poético. Es un film de una enorme emotividad, pero desprovisto de golpes bajos, que se atreve a introducir una gran historia de amor en medio del fragor de la lucha política. Uno de los protagonistas de esa trama sentimental es el personaje interpretado por el argentino Nahuel Pérez Biscayart, cuya actuación es realmente descomunal. Campillo sabe cómo cruzar lo público con lo privado sin que aparezcan fricciones: la fluidez entre los momentos dramáticos y festivos de la historia, apoyados por una preciosa banda sonora, es ejemplar. Su estilo cinematográfico, en algunos tramos de corte casi documental, recuerda al de Laurent Cantet. No es casual: Campillo fue guionista y editor de Entre los muros, excepcional film de ese director francés. Alejandro Lingenti, La Nación, 17 de enero, 2018.

Domingo 18, 16.30 y 18.30 hs.

EL DÍA DESPUÉS (Geu-hu, Corea del Sur, 2017). Dirección, guión,música: Hong Sang-soo. Montaje:  Sung-Won  Hahm. Fotografía: Kim Hyung-u Elenco: Kwon Hae-hyo, Kim Min-hee, Kim Sae-byuk, Cho Yun-hee. Duración: 92 minutos. Calificación:apta para mayores de 13 años. NOMINACIONES EN LOS FESTIVALES DE SAN SEBASTIÁN, MUNICH, ROTTERDAM, CANNES, 2017.

   

   El  año pasado, Hong Sang-soo dirigió tres largometrajes. Dos de ellos: La caméra de Claire y El día después, que se estrena ahora en la Argentina- fueron exhibidos en la última edición del Festival de Cannes, una plaza acostumbrada para este coreano que suele filmar con presupuestos módicos y multiplicarse en diferentes tareas: guión, dirección, producción, música.

   Se suele decir que las películas de este autor tan prolífico (unos veinte largos en otros tantos años de carrera) se parecen entre sí, y es indudablemente cierto. Por lo general hay en el centro de la escena un hombre que detenta alguna clase de poder (un crítico y editor prestigioso, en este caso) que se encuentra frente a una encrucijada amorosa.Esta vez, el protagonista es Song Haejoo, un seductor empedernido y no muy dispuesto a hacerse cargo de las consecuencias de sus aventuras. Está casado, pero tiene una amante que trabaja con él en una oficina atestada de libros y papeles. Su mujer, una dama elegante y temperamental, lo intuye. La amante decide entonces dejar el trabajo y es reemplazada por una jovencita cándida y atractiva que también despierta el deseo de su flamante jefe. A partir de ahí ocurre lo habitual en las películas de este director: una serie de conversaciones en almuerzos y cenas regados de alcohol que cruzan insinuaciones amorosas, angustias existenciales y confesiones incómodas.Lo que dinamiza la narración en esta oportunidad son los juegos con la temporalidad, que permiten observar las constantes en el indolente comportamiento de un protagonista egocéntrico, casi siempre deprimido y señalado como posible alter ego del director, enredado últimamente en un melodrama intenso y muy publicitado por la prensa de su país con una de sus actrices fetiche, Kim Min-hee, veinte años menor que él y de muy buen trabajo en este film. Eficaz y atildado, el cine del realizador coreano tiene referentes decenas de veces señalados, de estirpe puramente francesa -Eric Rohmer, Philippe Garrel-, pero también una identidad propia, elaborada minuciosamente durante dos décadas en las que pulió un estilo que ya se vuelve inconfundible. Alejandro Liingenti. (extractos). La nación 28 diciembre, 2017.