06 / 09 / 2016 | Actividades    
La programación del Cine arte del mes de septiembre, que se desarrolla en el Teatro Auditorium

Afiliados a adum $ 50.- (presentando la última libranza en al boletería)
trailers:

bajo el sol
https://youtu.be/32vUrkfpr08

amor y amistad
analizando a Philip

fuocoammare

Domingo 4, 16.30 y 18.30 hs. Pre-estreno exclusivo:

BAJO EL SOL  (Zvizdan, Croacia-Eslovenia-Serbia/2015).

Dirección y guión: Dalibor Matanic. Fotografía: Marko Brdar. Edición: Tomislav Pavlic.  Música: Alen Sinkauz, Nenad Sinkauz. Diseño de producción: Mladen Ozbolt. Elenco: Tihana Lazovic, Goran Markovic, Nives Ivankovic, Mira Banjac. Duración: 123 minutos. Calificación: apta mayores de 16 años. 

Premios: Festival de Cannes 2015: Mejor Dirección;  Festival del Cairo 2015: Mejor Dirección; Festival de Sarajevo 2015: Mejor Dirección.

«BAJO EL SOL» CUENTA EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA 

   Aunque ha sido un asunto repetidamente frecuentado por el cine, el drama de la guerra que a comienzos de la década del 90 estalló en la ex Yugoslavia encuentra en el croata Dalibor Matanic una visión diferente y novedosa en Bajo el sol. La integran tres historias de amor que transcurren en una misma zona rural, cerca de la costa dálmata, en tres épocas diferentes -poco antes del estallido del conflicto, cuando éste llega a su fin, en 2001, y más tarde, cuando se ha restablecido la paz-, bajo una mirada que aunque apunta al futuro deja percibir las heridas que ha dejado la terrible contienda y que aún no han cicatrizado.

   No se aborda el tema de la guerra sino a través de las consecuencias que ésta ha dejado, tanto en los territorios por donde pasó como en el espíritu de los humanos, en una mezcla de dolor, angustia, culpa, esperanza y redención.

Como Ivan y Jelena. Cuando el film comienza, el conflicto heredado y actualizado por cada generación está por abrir un nuevo capítulo, quizás el más sangriento de todos, y la pareja veinteañera ya ha decidido escapar a Zagreb, donde por ahora la presión familiar no será tan intensa y donde la unión de una serbia y un croata no suponga todavía un pecado imperdonable. La violencia, ya anunciada por las tropas que han visto pasar en una jornada aparentemente idílica, anticipará los negros días que están por vivirse.

   En el segundo tramo, diez años después, la devastación de la guerra (y el dolor de las pérdidas) ha dejado sus marcas. Natasha y su madre vuelven a lo que quedó de su hogar. Hay mucho que recuperar y hace falta un hombre que se encargue del trabajo más pesado. El que podrá asumirlo es, otra vez, un enemigo. La madre podrá perdonar, pero para la hija, el gentil Ante es, sigue siendo, sobre todo un croata, quizá uno de los que no hace mucho mataron a su hermano. Y si no puede ocultar la tensión que esa presencia masculina le genera, serán los cuerpos los que hablen por sí mismos.

   En el tercer relato han pasado otros diez años; la guerra terminó y el que vuelve a su pueblo después de tanta ausencia y con la excusa de una fiesta que allí se celebra es Luka. Si la visita es tan corta que apenas le da el tiempo para una breve visita a sus padres es porque lo aguarda alguna cuenta que ha quedado pendiente del pasado. Es Marija, la muchacha serbia a la que abandonó cuando aún no había nacido el hijo que esperaba de él. El alboroto de la rave quizás intente tapar la voluntad de vivir una nueva vida o de reconstruir la que la guerra interrumpió.

 

Domingo 11,  16.30 y 18.30 hs. Pre-estreno exclusivo:

AMOR Y AMISTAD (Love & friendship, Irlanda-Francia, 2016).

Dirección y guión: Whit Stillman, basado en la novela «Lady Susan» de Jane Austen. Fotografía: Richard Van Oosterhout. Edición: Sophie Corra. Música: Benjamín Esdraffo. Elenco: Kate Beckinsale, Chloe Sevigni, Jenn Murray Xavier Samuel. Duración: 92 minutos. Calificación: apta mayores 13 años.

Premios: Festival de Rotterdam 2016: Dos nominaciones: Mejor Dirección (Whit Stillman) y Mejor Actriz: (Kate Beckinsale).

   Lady Susan Vernon es el tipo de mujer cuya reputación le precede, y no en el buen sentido. Lady Susan tiene una manera de encantar a los hombres … y enfurecer a las mujeres. Se le conoce como «la más famosa coqueta» en la Inglaterra del siglo 18.

    Después de la muerte de su marido (a quien, dicen los rumores, ella trató sorprendentemente mal), ha estado abriéndose camino a la casa de Lord y Lady Manwaring … y pronto se dan rumores de que ella está teniendo una aventura con el Lord. Lady Lucy Manwaring no es tonta, y pronto le cierra la puerta de su casa.

¿Qué va a hacer una noble encantadora sin hogar, manipuladora y lamentablemente falta de moral? Ruega permanecer en la finca de su cuñado, Charles Vernon, por supuesto, un lugar con potencial relacional para alguien con el conjunto particular de habilidades de Lady Susan.

De hecho, una vez que ha encontrado refugio confortable allí, se inicia una intriga romántica. En última instancia, si Lady Susan no puede tener al Lord Manwaring, ella dice a su americana amiga confidente, Alicia Johnson, entonces tal vez debería fijar su mirada en el joven Reginald DeCourcy, el hermano de la esposa de Charles Vernon, Catherine.

¡Los Vernons se horrorizan ante la idea!

    Pero cuando la distanciada hija adolescente de Lady Susan, Frederica, aparece inesperadamente, de repente hay un poco de competencia por el afecto de Reginald. Susan está decidida a ver a su joven y bonita hija (que es tan seria, inocente y placentera como su madre es astuta y tramposa), casada con el «enormemente rico, aunque simple» Sir James Martin.

Así que vamos a decir que a medida que Lady Susan planea más sus maquinaciones matrimoniales, los Vernons se aseguran que el joven Reginald haga la elección correcta cuando se trata de una pareja para casarse.

   Amor y amistad se basa en la novela de Jane Austen, Lady Susan, que no se publicó hasta casi un siglo después de ser escrita. Y en base a la forma en que se retrata en pantalla, carece decididamente del gusto de Austen. Lo que equivale a decir que Love & Friendship tiene mucha de esa conversación inglesa elegante e ingeniosa pero carece considerablemente de profunda resonancia emocional de la clase que ha hecho que las novelas más conocidas de la autora británica muy querida (y, por supuesto, su correspondiente montón de adaptaciones a película) sean los clásicos que son.

 

Domingo 18, 16.30 Y 18.30 hs. Pre-estreno exclusivo:

ANALIZANDO A PHILIP (Listen up Philip, Estados Unidos, 2014) / Guión y dirección: Alex Ross Perry.  Fotografía: Sean Price Williams. Música: Keegan DeWitt .Edición: Robert Greene. Elenco: Jason Schwartzman, Elisabeth Moss, Krysten Ritter, Joséphine de La Baume, Jonathan Pryce, Jess Weixler, Dree Hemingway y Keith Poulson. Duración: 109 minutos. Calificación: apta para todo público.

Premios: Festival de Locarno 2015: premio Especial del Jurado; Festival de Filadelfia 2015: premio Mejor Dirección.

    El opus tres del flamante joven maravilla del cine indie estadounidense parece inspirado en la primera novela del ciclo Zuckerman de Philip Roth, con su descripción del feroz encuentro entre un engreído escritor en cierne y un autor consagrado, ambos perfectos canallas.

¿Todos los escritores son monstruos narcisistas, que se relacionan con quienes los rodean como cosas a las que se puede tirar a la papelera de reciclaje? ¿O sólo algunos de ellos? En la escena inicial de Analizando a Philip (título para consumo local de Listen Up Philip, “Escuchá, Philip”, en una película en la que no aparece ni media referencia al psicoanálisis), el protagonista se encuentra con una ex novia para, créase o no, NO regalarle su nueva novela. Philip Lewis Friedman cruza media New York (ya su forma de andar por la calle, adelantándose al resto de los peatones con molestia, como si el resto del mundo estuviera compuesto de una manga de imbéciles a los que hay que dejar atrás bufando, revela su personalidad por completo) para esperar a la chica en un bar, reprocharle su llegada tarde, dejarle ver la novela como al descuido, echarle en cara que si por ella fuera él jamás la hubiera escrito e irse. Con ustedes, Philip Lewis Friedman, treinta y pico, dos novelas publicadas y parecería que no son malas. Lo malo es todo lo demás.

Estrenada a fines de 2014, Listen Up Philip es el opus 3 de Alex Ross Perry, flamante wonder boy del cine indie estadounidense, sector Costa Este (Pensilvania, 1984). Admirador entre otros autores de Thomas Pynchon (su ópera prima, Impolex, 2009, estaba inspirada en El arco iris de la gravedad), la energía predominante hasta ahora en el cine de Perry es de carácter entrópico: azarosa, aleatoria, desordenada (aunque su próximo proyecto es ¡una versión con actores de Winnie Pooh!). Catherine, la protagonista de Queen of Earth, película posterior a ésta (2015, vista en el Bafici), está, por ejemplo, mucho más loca que Philip.

Volviendo a Listen Up Philip, después de dejar boquiabierta a su ex (y después también de un maltrato a un discapacitado, digno de algún episodio de “Seinfeld”), el siguiente desplante de Mr. Friedman (Jason Schwartzman, miembro estable de la troupe Wes Anderson y elección inmejorable para el papel) es ir a la editorial que lo publica y avisar que no piensa hacer giras promocionales, ni dar entrevistas, ni ninguna de esas paparruchadas a las que se rebajan los mortales. Horacio Bernardes (extracto crítica en Pagina 12, 18/08/2016).



Domingo 25,  16.30 y 18.30 hs. Pre-estreno exclusivo: 

Oso de oro, mejor película, Festival de Berlín 2016

FUOCOAMMARE (Fuocoammare, Italia-Francia2016). 
Dirección y fotografía: Gianfranco Rosi . Guión: Gianfranco Rosi, sobre una idea de Carla Cattani. edición: Jacopo Quadri Elenco: Samuele Puccilo, Maria Signorello
Francesco Paterna, Mattias Cuccina, Francesco Mannino Rosi, Serge Lalou, Duración: 108 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años. 
Premios: Festival de Berlin 2016: Oso de Oro a la mejor película. Premio de Amnesty  Internacional y Premio del Jurado Ecuménico.

   

La isla de los deshauciados del mundo


  El Oso de Oro ganado por  Fuocoammare en el Festival de Berlín, a comienzos de este año, le permitió al realizador Gianfanco Rosi –nacido en 1964 en Eritrea de padres italianos, trasladado a Roma a los 13 y con estudios de cine en Nueva York, hasta que se radicó definitivamente en Italia– igualar al austríaco Michael Haneke en una marca que sólo éste había alcanzado en el siglo XXI: alzarse con los premios mayores de dos festivales de cine top, para el caso los de Venecia y Berlín. De Venecia, Rosi se había llevado el León de Oro en 2013 por su documental previo, Sacro GRA, que cuenta también con su propio record, el de ser el primer documental que gana la competencia principal de ese festival. En Argentina, Rosi era conocido por un pequeño grupo de cinéfilos duros gracias a un tercer documental, Sicario’s Room (2010), que presentó en su momento el DocBuenosAires y consistía en el espeluznante y sereno relato a cámara del sicario de un cartel mexicano, que desde la habitación de un motel rutero contaba con lujo de detalles su carrera criminal. En     Fuocoammare Rosi confronta, apelando a las prescindentes herramientas del documental de observación, la realidad de los migrantes pobres de África y Medio Oriente que ingresan a Europa a través de la isla siciliana de Lampedusa, y la vida cotidiana de los habitantes de ese enclave.

    Apelando a las prescindentes herramientas del documental de observación, el director de Sacro GRA confronta la realidad de los migrantes de Africa que ingresan a Europa a través de la isla siciliana de Lampedusa y la vida cotidiana de los habitantes de ese enclave.

   El de Fuocoammare es un relato escindido, en el que por decisión del realizador y a diferencia de lo que sucede en la realidad, ambas instancias no se rozan ni interactúan. Salvo por unas pocas figuras especializadas, representantes de los servicios de seguridad, salud y asistencia pública. Además de la escisión, Fuocoammare se presenta signada por el desbalance. Un largo cartel inicial da cifras que confirman el carácter problemático del tema de la migración: 400.000 arribados a Europa en los últimos 20 años; 15 mil de ellos embarcaron y no llegaron. Las preguntas surgen solas: de dónde vienen y en qué condiciones llegan, cómo fue el viaje desde sus países, de qué manera sobrellevan los sobrevivientes las muertes ocurridas en el trayecto, cómo es la convivencia con los lugareños en caso de que la haya, qué hace el Estado italiano con toda esa gente, dónde la aloja y por cuánto tiempo, cuál pasa a ser su estatus civil y laboral. Poco preocupado por el testimonio clásico, recién en los últimos minutos de película Rosi –que no tiene relación de parentesco con el famoso Francesco Rosi (1922-2015)– se acerca un poco más a esta pobre gente que llega exhausta, enferma o muerta a un país que no conoce y en el que no sabe si la van a aceptar, respondiendo sólo de manera tangencial, somera y casual las menos de esas preguntas.Horacio Bernardes, extracto de la crítica en Página 12 11/08/2016