29 / 09 / 2014 | Derechos humanos    

septiembre 25

 

Se realizó el acto de reparación histórica sobre el legajo docente del escritor y militante desaparecido Haroldo Conti en el que figuraba “cesante por abandono de tareas” luego de su desaparición forzada en el año 1976.

 

El 5 de mayo de 1976 el escritor, periodista, docente y militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), Haroldo Conti, fue secuestrado de su departamento de Fitz Roy al 1205, Ciudad de Buenos Aires. Sobre su escritorio de trabajo vacío después de la irrupción de las bestias al servicio de la dictadura militar quedó un cartel que decía “este es mi lugar de combate y de aquí no me moverán”.

 

Sin embargo, para las autoridades escolares de la época el dato de su desaparición era irrelevante, lo importante era que no estaba asistiendo a dar sus clases, por lo que su legajo docente concluye con la leyenda “cesante por abandono de tareas”.

 

El acto de reparación histórica de este martes en el Centro Cultural Haroldo Conti, en la ex ESMA, el ministro de Educación Alfredo Sileoni le entregó a los hijos del escritor, Alejanda y Ernesto Conti, el legajo de su padre finalmente corregido. En vez de la cínica frase final, ahora dice “desaparición forzada”.

 

El acto de reparación simbólica de este legajo docente fue planteado como el primero de una larga lista, ya que más de 600 docentes y 200 estudiantes fueron secuestrados y desaparecidos durante la dictadura cívico-militar.

 

Copias del legajo reparado fueron entregadas al director del Centro Cultural Haroldo Conti, Eduardo Jozami, al titular del Archivo Nacional de la Memoria, Ramón Torres Molina, y a los integrantes de la Comisión de Trabajo por la Restitución de la Identidad.

 

Además de escritor y periodista, Conti fue maestro primario y profesor de Latín, Literatura e Instrucción Cívica. Durante la ceremonia el locutor Tom Lupo recordó una anécdota de sus épocas de estudiante en el colegio Juan José Paso. El primer día de Conti como docente de Instrucción Cívica el escritor le planteó a sus sorprendidos alumnos: “Yo vine a enseñarles Instrucción Cívica, pero no sirve para nada. Así que si ustedes no me traicionan yo les voy a leer literatura latinoamericana y están todos aprobados”.

 

En su intervención, Alejandra Conti planteó “La propuesta de la Comisión me recordó, incluso a mí, que soy su hija y docente, la labor de mi viejo en las aulas. Fue impactante y emocionante”. Su hermano Ernesto Conti destacó que la reparación del legajo “tiene una lectura simbólica y política que convergen en rescatar lo que realizó este gobierno en políticas de Memoria”.

 

Por su parte, Sileoni leyó el sumario del 27 de junio de 1979 con la resolución del Ministerio de Educación a cargo de Juan Rafael Llerena Amadeo, que declaraba cesante a Conti por las ausencias sin aviso a sus tareas docentes en el Liceo Nacional 7 y el Liceo N°11 “desde el 5 de mayo de 1976”, un día después de su secuestro. Y concluyó: “Estamos ante otra Argentina, de la verdad, la memoria y la justicia y es muy importante llamar a las cosas por su nombre: no hablar de abandono de cargo sino de desaparición forzada, y tampoco trazar una raya roja en el legajo cuando alguien desaparecía y nadie preguntaba”.

 

Durante el acto se leyó el prólogo de una de las más famosas novelas de Conti, Mascaró, y se proyectó un video con imágenes del escritor en uno de sus paisajes favoritos, el delta del Tigre, realizado por alumnos del Liceo Nacional 11.