01 / 02 / 2007 | Derechos humanos,Juicios por la verdad    

Este lunes 5 de febrero en el Tribunal Oral Federal se dio inicio a una nueva audiencia del Juicio por la Verdad que impulsan los Organismos de DDHH de la ciudad de Mar del Plata desde el año 2000.JUICIO POR LA VERDAD,  Audiencia 05/02/07En esta oportunidad se recibieron dos nuevos testimonios. El primer testigo fue el periodista Luis María Muñoz quien fue conscripto con destino en la Base Naval desde abril de 1975 a mayo de 1976. El segundo testimonio fue brindado por la Sra. Noemí Oliveto, actual legisladora de la Ciudad Autónoma de Bs. As. por Autodeterminación y Libertad, quien en 1976 vivía en Mar del Plata y militaba en el PST.

El Sr. Muñoz relató que fue incorporado al servicio militar en febrero de 1975 en la base de Puerto Belgrano y que posteriormente fue destinado a la Base Naval de Mar del Plata desde marzo de dicho año hasta el 13 de mayo de 1976.

Recuerda que el 24 de marzo de 1976 a las 4 am lo llamaron por teléfono para que se presentara a las 6 de la mañana y cuando ingresa a la Base le indicaron que tenía que informar permanentemente su localización. Recuerda que la Base estaba vacía ya que los pelotones de conscriptos habían sido llevados a otros lugares de la costa. A las 10 de la mañana un oficial de guardia le entregó un casco, un fusil y un cinturón con cargadores. Ese día fueron la casa del puente, adonde funcionaba la radio y se secuestraron unos equipos. Luego fueron a la antena de Sierra de los Padres pero no puede precisar que es lo que hicieron en la misma. Dado que él no tenía función asignada, se movía libremente por toda la base. En una oportunidad se acercó al sector de los calabozos y vio a tres muchachos, uno de los cuales le pidió comida diciéndole que ahí no les daban nada de comer. Estos prisioneros no se encontraban encapuchados. Muñoz aclaró que estas tres personas declararon previamente en el Juicio por la Verdad. Otra noche lo mandaron a recibir un camión con prisioneros, quienes eran bajados en un área estrictamente restringida. Recuerda que hacía mucho frío y que los varones se encontraban en pijamas o calzoncillos. Las primeras en descender del camión fueron tres mujeres, una con un niño en brazos, y una nenita en camisón que se le acercó asustada. La nenita posteriormente fue llevada junto a su madre. Los hombres venían con las manos atrás por lo que supone que estaban esposados. La gente ni hablaba, ni gritaba ni lloraba. Estos hechos ocurrieron en la primera semana del golpe de Estado. Al poco tiempo se acercó a limpiar un sector que se encontraba a la derecha de la guardia interna y vio que había bastantes hombres tirados en el piso y encapuchados. Cuando lo vio un oficial, inmediatamente lo obligó a retirarse del lugar. Otra noche lo llevaron a la enfermería a cuidar un prisionero herido con un tiro en el abdomen. No le consta que en la enfermería hubiera algún tipo de registro escrito. Recuerda que el prisionero estaba atado a la camilla y le pidió que lo tapara porque tenía frío. No supo su nombre. Cuando el oficial ingresó, lo retó por haberlo tapado diciéndole que seguramente el prisionero no se hubiera compadecido de él en otras circunstancias. Siempre les hablaban del peligro de los subversivos y les recordaban que en la toma de Azul habían muerto dos conscriptos. Como personal de la enfermería recuerda al Dr. Sosamaya, al Dr. Carrilaf, al enfermero Romero (ya fallecido) y al dentista Hoffman. De Carrilaf recuerda que después del golpe ya no usaba guardapolvo. En cuanto a personal de la marina recuerda al Capitán Ortiz, jefe de Operaciones, al capitán Puello, al teniente Montes en la guardia interna, al oficial Lescano encargado de máquinas. Con respecto de los conscriptos ante un listado que le fue mostrado recordó a los que eran de Mar del Plata: Fabio Pazioti, Carlos Miguel Mitidieri, Alfredo Domingo Lipilato, Daniel Doumec, Rubén Fabrizio, José Forastiero (quien posteriormente fue comisario). Si bien en el listado no se encontraba, también recordó como conscripto a Carlos Balmaceda, que integró el pelotón que fue a Miramar el 24 de marzo.

Muñoz recordó también las circunstancias en las que conoció a Astiz. En la Base Naval ciertas rutinas se habían modificado después del golpe, no estando obligados los conscriptos a saludar a sus superiores cuando se los cruzaba. Por tal motivo, fue recriminado por un Teniente. Muñoz, por temor a ser castigado pidió que le dijeran quien era el Teniente para pedirle disculpas personalmente, resultando ser Astiz.

A Muñoz le consta que en los procedimientos, al menos mientras él estuvo en la Base, no participaban los conscriptos. Los mismos eran llevados a cabo por los buzos tácticos de los comandos anfibios. Recuerda que con posterioridad a su baja, observó un allanamiento en la Tintorería Rambla en el que reconoció a este personal de la Base.

Muñoz relató que los calabozos en los que se encontraban los prisioneros fueron destruidos en octubre de 2002, mientras el Juicio por la Verdad se hallaba suspendido.

La Sra. Noemí Oliveto relató que por haber sido integrante del PST conoció a muchos militantes de este partido en Mar del Plata. Recordó que en agosto o septiembre de 1976 fue interpelada por dos personas jóvenes en una playa de estacionamiento adonde trabajaba otro militante del PST llamado Adalberto. Le preguntaban si ella era Laura. En realidad este era su apodo, pero ella insistió en que su nombre era Noemí y les mostró el DNI, por lo que la dejan irse. Ante este hecho, avisó a sus compañeros, entre ellos Norma Huder. Pero Norma, antes de irse de Mar del Plata, quiso pasar por la casa de su madre y ahí fue secuestrada, permaneciendo desaparecida. Unos días después detuvieron a Adalberto, quien recuperó su libertad al poco tiempo. La Sra. Oliveto también conoció a Gladis García, David Ostrowski, Guillermo Berdini, Gustavo Stati, Patricia Gaitán, Néstor Confalonieri, Elena Ferrerira, José Martinez, Angel Prado, Melita Martín y Adrián López. Todos ellos militantes del PST que continúan desaparecidos. Oliveto relató que en el caso particular de Elena Ferreira, José Martínez y Gustavo Stati, supone que fueron secuestrados en un bar próximo a la terminal dado que ella debía encontrarlos ahí pero llegó tarde y no los vio. Ante su desesperación un mozo le dijo que hubo un operativo y que mejor se fuera. Por otra parte el hermano de Melita Martín estuvo secuestrado unos días en la Base adonde vio a Gustavo Stati y Elena Ferreira.

Carmen Segarra
Secretaria de DDHH
adum